| PICO SANTA LUCIA 1.854 M. -MONTAÑA PALENTINA-PARQUE FUENTES CARRIONAS | 2010-05-21 |
Domingo 16/05/2010
MONTAÑA PALENTINA
Zona Parque Natural Fuentes Carrionas (Palencia) España
Valle estrecho
Ruta: CERVERA DE PISUERGA A TRIOLLO
RECORRIDO 20. KM
DIFICULTAD MEDIA - SEIS HORAS Y MEDIA-
(Normalmente este Pico se sube partiendo del pueblo de Santibáñez de Resoba)
Nosotros partimos desde Cervera de Pisuerga-Vega Alta de Arbejal-Resoba-Saruño-Santibáñez de Resoba-La Cañada-Alto del Cuajo-Pico Santa Lucia y Triollo
CLUB DE PESCA Y MONTAÑA RIVERA-PISUERGA-CERVERA DE PISUERGA-
Manolo-Mariam-Mª Ángeles-Alberto-Teo y Luis (Pico Santa Lucia)
David-Edu-Tomás-Luismi y Gelo (Pico Espigüete)
Curavacas majestuoso
Cima Pico Santa Lucia
SENSACIONES EN LA CIMA
PICO SANTA LUCIA 1.854 M.
Estamos en la cima del Pico Santa Lucía, contemplamos el Curavacas, nevado, embrujado, majestuoso, deslumbra, parece un buda; obra de arte, alguien lo ha esculpido con la máxima perfección. La panorámica, el cielo azul acompaña, las crestas vecinas de la sierra se postran ante él, La Curruquilla, Hoya Contina, Zahúrdas, Peñas Malas, el esbelto Pico Murcia y el Espigüete. El Espigüete tiene luz propia, soberbio, arrogante, puntiagudo, nevado muy nevado, hospitalario, hoy ha sentido los crampones de David, Luismi, Gelo, Edu y Tomás, los otros compañeros intrépidos, entusiastas que han querido disfrutar del ascenso a su cima.
Son la ocho de la mañana, iniciamos la marcha desde el campo de futbol “La Bárcena” de Cervera; a la orilla del Pisuerga, una noria recuperada recuerda nuestra infancia; a la izquierda, la Senda Hoya de los Lobos, que entre los robles llega al Parador Fuentes Carrionas; a la derecha, el pueblo de Arbejal y la Senda del Oso. Manolo, buen conocedor de estos términos, hoy es nuestro guía y nos lleva por el centro por La vega alta de Arbejal. Ascendemos, a estas horas de la mañana, sombra húmeda, helada de los robles, es un amanecer con escarcha. En lo alto, entre las hojas de los robles, se entrevén unos rayos de sol, día limpio, azul; oímos el tañir desvalido de las primeras campanadas de la iglesia de Cervera que vienen de lejos; arrancamos con fuerza, hojas secas empapadas, con los chasquidos de nuestros pasos, los pájaros se asustan, cantan, revoletean, van de rama en rama. El paisaje de Fuentes Carrionas cautiva, la transparencia del aire se ve inundada con nuestro vaho que expulsamos como toritos bravos; calor de amistad, nuestras charladas. No muy lejos, hay un aeródromo, testigo de aterrizajes y despegues, alguno fallido, como el del año pasado, un piloto de Ruesga junto con su compañero murieron en el intento de despegue, Sobre el suelo, leche derramada, dice Manolo, que tal vez una vaca haya sufrido el golpe de leche, el ternero se ha marchado sin terminar de mamar y la vaca lo va perdiendo.
Cruzamos vaguadas, verdes camperas, saltamos arroyos, es un espacio natural protegido, es primavera, floración, espectáculo de color, acebos, arándanos, flores violetas en los brezos, sabinas. Pasamos muy cerca de Milares, “Capilla Sixtina del oso” como diría Luis; cruzamos el precioso pueblo de Resoba, la tecnología llega al medio rural, un tejado con placas solares. Continuamos el camino, embarramos las botas, pisamos hierba inundada, cogemos setas, la blanca, dejamos a un lado Santibáñez de Resoba, al frente, Peña Escrita, por un efecto óptico, parece que gira sobre sí misma; a la izquierda, allá a lo lejos, la dorada Peña Redonda, fantasía, la nieve que queda encima, dibuja un dinosaurio acostado, la cola, las patas, el cuerpo alargado, la cabeza con su boca abierta, la imaginación es libre. Pasamos la cañada, vacas, desde lo alto, dos rebecos nos observan, alto del cuaje, la marcha se endurece, hay que ascender al Pico Santa Lucía, se empina, se “empindia”, nos sobreponemos al cansancio, asoma la cresta blanca del Curavacas, seguimos ascendiendo, el Curavacas cada vez más grande, nevado muy nevado, embrujado, majestuoso, parece un buda, es una gran obra de arte.
Bajamos al restaurante de Triollo, "La Montaña", señora cocinera, paella de marisco, buenísima, chuletillas buenísimas.
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una noria recuperada recuerda nuestra infancia
la cigúeña nos observa
flores violetas en los brezos
el precioso pueblo de Resoba, la tecnología llega al medio rural, un tejado con placas solares.
Peña Redonda. fantasía, la nieve que queda encima, dibuja un dinosaurio acostado, la cola, las patas, el cuerpo alargado, la cabeza con su boca abierta, la imaginación es libre.
despues de bien comida, relajación, tranquilidad, a ver pasar a la gente
cogemos setas, la blanca, gracias Otto, dejamos a un lado Santibáñez de Resoba
embarramos las botas
la marcha se endurece, hay que ascender al Pico Santa Lucía, se empina, se “empindia”,
el Curavacas cada vez más grande, nevado muy nevado, embrujado, majestuoso, parece un buda, es una gran obra de arte
el Curavacas cada vez más grande, nevado muy nevado, embrujado, majestuoso, parece un buda, es una gran obra de arte.
serenidad, felicidad de nuestro amigo Alberto
El Espigüete tiene luz propia, soberbio, arrogante, puntiagudo, nevado muy nevado, hospitalario, hoy ha sentido los crampones de David, Luismi, Gelo, Edu y Tomás, los otros compañeros intrépidos, entusiastas que han querido disfrutar del ascenso a su cima.
La panorámica, el cielo azul acompaña
Desde la cima Santa Lucia, contemplamos el Curavacas, nevado, embrujado, majestuoso, deslumbra, parece un buda; obra de arte, alguien lo ha esculpido con la máxima perfección
Curavacas
contemplamos el Curavacas, nevado, embrujado, majestuoso, deslumbra, parece un buda; obra de arte, alguien lo ha esculpido con la máxima perfección
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